Gambas al ajillo
¡El mejor aperitivo del mundo! No hay nada mejor que las gambas de la Costa Brava, están estupendas a la plancha, bien saladitas, pero preparadas al ajillo tienes la ventaja de que puedes mojar el pan en el aceite perfumado… ¡Y hasta relamer el plato! Jejeje En serio, las gambas al ajillo son un manjar divino con el que vas a quedar como una diosa de la cocina, tienes que probarlo y ya verás como repites una y otra vez, además es tan sencillo que parece mentira.
Con cualquier gamba te va a quedar estupendo este plato pues el aceite y el ajo realzan su sabor, pero si puedes tienes que probarlo con gamba roja de la Costa Brava, ¡insuperable! En verano su precio es inalcanzable y ahora mismo están de veda pero cuando termina la veda suele ser buen momento para comprarlas, antes de la subida estival, cuando por culpa (o gracias, según se mire) a los turistas y los restaurantes se triplica la demanda y claro, el precio sube, además las de calibre grande se las llevan los restaurantes y son casi imposibles de encontrar…
Un buena idea es comprar la gamba roja cuando la veas bien de precio y congelarla, si es bien fresca y esta bien congelada y descongelada, si es por poco tiempo, no pierde casi nada sus propiedades. Tienes que escoger unas buenas piezas, sobretodo no lavarlas con agua dulce, secarlas con papel de cocina y ponerlas en un tupper plano, que no se monten unas con otras. También es importante que se congelen lo más rápido posible, si tu congelador tiene la función extra úsala para congelar las gambas. A la hora de descongelarlas en cambio hay que hacerlo poco a poco, lo más aconsejable en dejarlas en un tupper hermético en la nevera de un día para otro. Si lo haces así te quedarán tan bien que será difícil saber que eran congeladas.
Gambas al ajillo, ingredientes:
½ kilo de gambas, yo gamba roja de la Costa Brava y de calibre grande, ¡un día es un día!
1 cabeza de ajos
Aceite de oliva virgen extra de buena calidad
Un manojo de perejil
Sal y pimienta negra recién molida
Si te gusta picantito puedes poner una guindilla
Gambas al ajillo, preparación:
Limpiamos las gambas con agua de mar o con agua con abundante sal, para imitar lo más posible al agua marina. Nunca jamás se deben limpiar las gambas con agua dulce, pierden muchísimo. Las escurrimos y reservamos en la nevera.
Picamos no muy menudo el manojo de perejil y reservamos.
Pelamos y laminamos los ajos de una cabeza entera y los empezamos a dorar en una sartén con abundante aceite de oliva virgen extra. Cuanto mejor sea el aceite mejor sabrá el plato así que no escatimes en este punto, ya que te has gastado los cuartos en las gambas no vayas a estropearlo ahora, jejeje
Salpimentamos las gambas y, cuando los ajos se empiecen a dorar, las añadimos a la paella y las dejamos hacerse pero muy poquito, enseguida están listas. No podemos pasarnos de cocción pues el producto pierde muchísimo, yo las dejo un minuto por un lado y medio minuto por el otro, con el aceite bien caliente.
Sacamos las gambas de la sartén y las llevamos a una fuente de servir, espolvoreamos el perejil picado por encima y regamos con el aceite perfumado de freírlas, bien caliente.
Servimos inmediatamente, ¡No olvides una buena barra de pan par mojar en la salsa!
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